20.4.06

La miseria del avaro

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) anunció este jueves 20 de abril que delegados tripartitos de 35 países de América fueron convocados para su 16 Reunión Regional en Brasilia, (Brasil) del 2 al 5 de mayo. El objetivo es buscar caminos para enfrentar la persistencia del desempleo y la precariedad laboral.

Según informó la OIT en su último informe difundido a fines de 2005, había 18,3 millones de trabajadores urbanos sin empleo en América Latina, mientras que seis de cada diez nuevos trabajos eran creados en condiciones de precariedad en la economía informal.

Lo anterior equivale a pensar que Chile (sumándole tres millones, además de la multiplicación por cuatro que significa el grupo familiar promedio) está cesante o desempleado con sus consecuentes problemas: alteraciones mentales y trastornos de la personalidad, desmejoramiento de las relaciones en el núcleo íntimo; en el caso de los niños, baja en el rendimiento escolar, depresión, etcétera.

Sin embargo, y pese a este temible panorama, los apitutados de siempre se dan el lujo de trabajar poco y mal.

Nadie reniega la importancia y el reconocimiento que deben recibir las mentes brillantes, pero no concibo el acaparamiento casi enfermizo por el dinero. 20 millones de pesos es mucho, no es necesario para vivir. Incluso 10 millones es demasiado. Una familia con dos millones de pesos vive más que dignamente y con un nivel moderado de endeudamiento... ¿para qué ganar tanto?

Todo radica en la falta de generosidad y la avaricia. Sabes que tienes dinero de sobra, pero no quieres ayudar a quienes necesitan. Te da lo mismo ser parte de la maraña ambiciosa que consume sin mirar a quien vive con mil pesos diarios. Si no lo sabías, en Chile aún quedan familias que viven con mil pesos diarios... los mismos que gastas en una cajetilla de cigarro.

No hay que dejar de vivir para ser humanitario. Sólo basta con entender que hay alguien más que tú en el mundo.